El Partido Aprista Peruano está viviendo una de sus peores crisis. Hace dos semanas la reelecta congresista Luciana León se atrevía a describir a los integrantes de la comisión política de su partido como “muertos vivientes”. 

Alan García o la paradoja viviente. Llevó dos veces al Apra a Palacio pero devastó el partido convirtiéndolo en un feudo personal sin horizonte ni programa.

Nidia Vílchez: una de las últimas cartas del oficialismo alanista.

Esta era sólo una pequeña muestra de lo que está sucediendo entre los compañeros. El desastroso resultado de las elecciones pasadas en las que el Apra sólo logró colarse en el Congreso gracias a la ayuda del Jurado Nacional de Elecciones, la declaración de Alan García anunciando que iba a pedir que se investigue a los ministros que firmaron contratos con Odebrecht, enviando un mensaje al exministro Enrique Cornejo, quien se perfila como su sucesor, o las discrepancias entre los congresistas electos apoyando a diferentes candidatos presidenciales son los trascendidos oficiales a los medios de comunicación. Pero al interior de la Casa del Pueblo se anuncia una lucha con menos modales. La primera prueba de fuego que deberá enfrentar el partido es la renovación de la todopoderosa comisión política, esa a la que se refirió León y que está integrada por Omar Quesada, Javier Velásquez Quesquén, Mauricio Mulder, Jorge del Castillo, Nydia Vílchez, Carlos Arana, Javier Barreda y Fernando Barrios. “Después de los resultados de la primera vuelta, lo relevante para nosotros es renovar nuestro partido, su dirigencia, el comité ejecutivo nacional (CEN) y mejorar algunos puntos del estatuto. 

Omar Quesada: repudiado por un buen sector de la ju ventud.

La renovación debe ser profunda, con compañeros que tengan un ejemplo de moralidad”, dice Edward Chávez, secretario general de la Juventud Aprista en Lima Metropolitana, quien asegura, que, si bien no concuerda con los términos usados por la congresista León, reconoce que la comisión política “está desgastada”. La vieja guardia, sin embargo, parece que no acepta todavía que es momento de dar paso a una nueva generación. De hecho, desoyendo a las bases que solicitaban que fueran los militantes los que eligieran la comisión organizadora del próximo Congreso. Pero el partido hizo caso omiso de este pedido. El gesto irritó aún más a la militancia de base, al punto que algunos sectores han propuesto boicotear el plenario. La semana pasada, la militante Milca Ruiz Farfán, representante del colectivo Confluencia Plural Aprista, presentó tachas ante el Jurado Nacional de Elecciones contra dos de los seis miembros de la comisión organizadora oficialista, Alexis Meléndez y Enrique Valderrama, argumentando que ninguno de ellos aparece en el Registro de Partidos Políticos del JNE. Este grupo también invocó a sus demás correligionarios a “desconocer la comisión organizadora que organiza el XXIV Congreso Aprista” y culpó a la comisión política de “una falsa fraternidad al seguir controlando el partido a pesar de haber culminado en el 2014”, esto pese a que todos pusieron sus cargos a disposición el pasado 18 de abril. 

Javier Barreda: “Hay dos Apras, una con memoria y otra temerosa y sin identidad”.

Además, Javier Barreda, miembro de la propia comisión política aprista, también presentó un escrito en el que indicaba que Meléndez y Valderrama estuvieron involucrados en acusaciones de plagio durante su participación escrita en el libro Aprismo y Juventud, editado en 2014, y que, por lo tanto, debían quedar fuera de cualquier proceso de renovación. “A ellos dos los ha elegido el propio Alan García. Es su manera de decir que está presente y sigue mandando”, dice un integrante de esa misma comisión que prefiere el anonimato. Las tachas han sido respaldadas por diversos grupos que no están unidos estructuralmente al partido pero que están conformados por militantes oficiales. Chanchán, Nuevos Rumbos, Apertura, Haya Vive y Reconstrucción son algunos de los colectivos que han marcado una pública distancia con el liderazgo de Alan García a raíz de los desastrosos resultados del 10 de abril y desconfían de los organismos designados bajo su mando para la reconstrucción aprista. Y no están solos. “Yo creo que el descontento de estos grupos sí está justificado, conozco a algunos de sus integrantes. Son compañeros mayores que han protestado no sólo a raíz de la campaña, sino que han levantado su voz desde mucho antes por otras situaciones”, asegura Edward Chávez. 

Edward Chávez, secretario de la JuventudAprista de Lima: “QueAlanGarcía sededique a escribir libros comoprometió”.

Sin embargo, para otros sectores lo importante es realizar el congreso y reemplazar lo antes posible al grupo de Omar Quesada, que es identificado con el sector alanista más obsecuente. “La comisión ya ha sido designada, y siempre va a haber gente en desacuerdo. La mayoría de jóvenes necesitamos empujar el coche con las cosas que están y lo que ya se ha planteado”, dice Alan Rodríguez, secretario de organizaciones civiles del APRA y exjefe de juventudes apristas, quien lidera otro sector importante de los jóvenes apristas. Respecto de las listas que participarían en las elecciones internas del APRA, aún no se ha abierto la inscripción oficial pero los candidatos voceados son Enrique Cornejo, de la mano de Carlos Roca, conocidos como los “antialanistas”, y, por otro lado, Nidia Vílchez, muy cercana a Quesada y quien permitiría a la actual dirigencia continuar en el poder. Pese a que la Juventud Aprista y las bases ven con buenos ojos que Enrique Cornejo asuma un rol más importante dentro del partido, la candidatura a la secretaría general le correspondería a Carlos Roca. 

Alan Rodríguez, secretario de organizaciones civiles del Apra: “La comisión organizadora debería continuar su trabajo. Sólo así podremos renovar la dirigencia”.

Y es que Cornejo tiene la mira puesta en la campaña municipal del 2018. Ambos tendrían el apoyo de Jorge del Castillo, quien también está de acuerdo con la renovación total de la dirigencia. Por otro lado, la actitud de la bancada aprista y de la comisión política en relación a la segunda vuelta electoral ha contribuido al conflicto interno. Varios sectores del Apra han criticado la libertad de voto que el partido de la estrella otorgó a sus militantes. La Juventud Aprista se pronunció el pasado 28 de mayo, a través de un comunicado, por el voto contra Keiko Fujimori, mientras que Javier Velásquez Quesquén se sumaba, como furgón de cola, al tren fujimorista. “Definitivamente hay dos Apras: una con memoria, principios y juventud. Valiente. La otra minoritaria, que calcula y teme, ya sin identidad”, escribió Barreda en su cuenta personal de Twitter el pasado 31 de mayo, retratando con bastante precisión lo que sucede en la otrora Casa del Pueblo.

Fuente: Hidelbrandt en sus trece

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